Ciclo circadiano
Dentro de todos nosotros, tanto mujeres como hombres, existe un ritmo circadiano que regula nuestros procesos corporales diarios, como la digestión, la temperatura corporal, el metabolismo, el sueño, la eliminación y la producción de hormonas. Este reloj circadiano comienza a funcionar desde el día en que nacemos y nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida. Es el responsable de controlar una serie de procesos en nuestro cuerpo, como estimular la liberación de cortisol por la mañana para despertarnos, aumentar la alerta a media mañana y segregar melatonina alrededor de las 9 p.m. para ayudarnos a relajarnos y conciliar el sueño.
Cuando nuestro estilo de vida no está sincronizado con nuestro reloj circadiano, puede afectar nuestro bienestar. Diversos estudios han demostrado una asociación entre esta desincronización y una serie de problemas físicos, mentales y cognitivos.
Es importante tomar conciencia de la importancia de vivir en sintonía con nuestro reloj circadiano, pero también es crucial que las mujeres comprendan que tenemos otro reloj igualmente de importante. Lamentablemente, este segundo reloj ha recibido mucha menos atención por parte de la comunidad. Ha llegado el momento de cambiar eso.
Descubriendo el ciclo infradiano: El segundo reloj de las mujeres
Desde nuestro primer ciclo menstrual hasta el último, las mujeres tenemos un segundo reloj biológico en juego. Este reloj, conocido como ciclo infradiano, está estrechamente vinculado a nuestro ciclo menstrual mensual, el cual está compuesto por cuatro fases distintas: folicular, ovulatoria, lútea y menstrual. A lo largo de estos 28 días (aprox.), este reloj afecta nuestra química cerebral y fisiología, brindándonos dones y fortalezas únicas en diferentes momentos del mes.
¡Es hora de despertar! ¡Hora de ir al trabajo! ¡Hora de cenar!
En nuestra sociedad, todas estamos encadenadas a un reloj que no deja de avanzar. La mayoría de las mujeres que están en búsqueda de ayuda por problemas menstruales también sufren por intentar mantenerse al día con la rutina diaria. Al no vivir en armonía con tu ciclo interno, tus sistemas hormonales no se encuentran balanceados. Cuando tienes que lidiar con períodos dolorosos, dolores de cabeza y PMS, es mucho más difícil tener éxito en un mundo diseñado con patrones masculinos, donde la productividad es lo más importante y siempre esperan de nosotras el 100%.
Nuestro concepto entero del tiempo se basa en el ciclo de 24 horas diseñado según patrones masculinos, un camino recto hacia un punto final.
Dejemos a un lado ese concepto. En lugar de pensar en el tiempo de manera cronológica típica, vamos a adoptar algo que se llama la "sincronización adecuada". La idea es hacer las cosas en el momento adecuado, no necesariamente de forma secuencial. ¿Tu to-do list te parece abrumadora? En lugar de agregar tarea por tarea sin ningún orden en particular, quiero enseñarte a identificar el mejor momento para cada actividad, y así agrupar tus tareas según las fortalezas de cada fase de tu ciclo menstrual.
La interacción entre ambos relojes: Influencias mutuas
Tus dos relojes están estrechamente interconectados. Las fases de tu ciclo menstrual influyen en tus ritmos circadianos de 24 horas, y viceversa. Las fluctuaciones hormonales a lo largo del ciclo afectan tu temperatura corporal, patrones de sueño y ritmo cardíaco. Del mismo modo, el buen funcionamiento de tu reloj de 24 horas también juega un papel importante en el ciclo de 28 días. Cualquier alteración en uno de los relojes puede afectar el otro, ocasionando problemas como periodos irregulares o ciclos menstruales más largos.Como se ha demostrado, vivir desincronizado con tu reloj circadiano y descuidar tu ciclo infradiano tiene un costo elevado para tu bienestar hormonal, físico y mental. Es fundamental prestar atención a ambos relojes y buscar vivir en armonía con ellos para promover una salud óptima y un equilibrio adecuado en nuestra vida.