El sistema endocrino, una compleja red de glándulas, es el encargado de liberar las hormonas que regulan todas las funciones de tu cuerpo.
A lo largo de nuestro ciclo, es fundamental entender y equilibrar las siguientes hormonas clave:
Estrógeno:
Producido principalmente por los ovarios, el estrógeno es la superestrella de nuestro ciclo hormonal. Participa en la ovulación y es responsable de preparar el revestimiento uterino para un posible embarazo. Además, desempeña un papel crucial en otros sistemas biológicos y nos protege contra problemas de salud como demencia, pérdida de densidad ósea, enfermedades cardíacas e hipertensión.
Progesterona:
La producción de progesterona comienza alrededor de la ovulación y su función principal es controlar y mantener el revestimiento uterino en caso de un embarazo. Si el óvulo no es fertilizado, los niveles de progesterona disminuyen y experimentamos la menstruación. Esta hormona también equilibra los efectos del estrógeno, promoviendo la relajación, mejorando el sueño y regulando nuestro estado de ánimo.
Testosterona:
Aunque en niveles mucho más bajos que en los hombres, la testosterona, producida en los ovarios y glándulas suprarrenales, está asociada con el deseo sexual. Experimentamos un aumento leve de testosterona durante y después de la ovulación, lo que nos hace sentir más sexys en el momento más fértil.
Hormona folículo estimulante (FSH):
Liberada por la glándula pituitaria en el cerebro, la FSH estimula el desarrollo de los folículos ováricos. Desequilibrios en la FSH pueden causar problemas de fertilidad. Con el inicio de la perimenopausia, los niveles de FSH aumentan gradualmente hasta señalar al ovario que deje de liberar óvulos.
Hormona luteinizante (LH):
También liberada por la glándula pituitaria durante la ovulación, la LH desencadena la liberación de un óvulo maduro del folículo ovárico. Niveles anormales de LH están asociados con problemas de fertilidad y síndrome de ovario poliquístico (PCOS).
Insulina:
Cuando comemos carbohidratos, nuestro cuerpo los convierte en glucosa (un tipo de azúcar), que se absorbe en la sangre. La insulina, secretada por el páncreas, dirige la glucosa hacia adentro de nuestras células para utilizarla como energía y mantener nuestros niveles de azúcar en sangre estables. Desequilibrios en la insulina pueden causar irregularidades menstruales y reducción de la fertilidad.
Cortisol:
Conocida como la hormona del estrés, el cortisol se libera en respuesta a situaciones estresantes a través del eje hipotalámico-hipofisario-suprarrenal (HPA). Aunque pequeñas dosis de cortisol son beneficiosas, niveles crónicamente altos pueden afectar la ovulación, reducir los niveles de progesterona, disminuir el deseo sexual y causar problemas de fertilidad. Es importante manejar el estrés para mantener un ciclo hormonal saludable.
¡Comprender y equilibrar estas hormonas es clave para cuidar nuestra salud y bienestar a lo largo de nuestro ciclo menstrual!