Ayunar II - La fluctuación de tus hormonas sexuales

Ayunar II - La fluctuación de tus hormonas sexuales

En un ciclo de un mes habrá momentos en que el ayuno se sentirá sin esfuerzo y momentos en que será difícil. Esto no se debe a falta de disciplina. Sucede porque cada hormona sexual (estrogeno, testosterona y progesterona) responden de manera diferente a dos hormonas principales: la insulina y el cortisol.

Estrogeno

El estrógeno le encanta cuando ayunas. Cuanto más largo sea el ayuno, mejor. Al principio de tu ciclo (en tu fase menstrual-folicular), cuando el estrógeno está aumentando, ayunos de de 16h+ tu cuerpo lo va a recibir buenisimo.

Esto se debe a que el estrógeno prospera cuando la insulina está baja.

Cuando la insulina se dispara, el estrógeno disminuye, y viceversa. Si la insulina permanece constantemente alta, altera la hipófisis, la parte del cerebro que indica que se libere estrógeno de tus ovarios. Este es un escenario común para mujeres con problemas de fertilidad: insulina alta y poca producción de estrógeno que conduce a una ovulación afectada. Debido a la capacidad del ayuno para disminuir la insulina, todos los ayunos de cualquier duración funcionan bien cuando tu cuerpo está produciendo estrógeno. En resumen, ten en cuenta que siempre que el estrógeno esté bajo, tus ayunos se sentirán mucho más fáciles.

Testosterona

Estudios muestran que el ayuno intermitente diario puede aumentar significativamente la testosterona en los hombres, pero no se han realizado estudios en mujeres.

Durante la ovulación, el estrógeno y la testosterona influyen significativamente, ofreciendo claridad mental y energía.

Se ha demostrado que cuando la testosterona aparece durante la ovulación, el ayuno intermitente no más a 15 horas es lo mejor.

En esta parte de tu ciclo ves a las tres hormonas presentes. Te sentirás en tu pico cuando el estrógeno, la testosterona y la progesterona estén equilibrados durante la ovulación. El cortisol puede influir negativamente tanto a la testosterona como la progesterona, por lo que este no sería el momento para hacer ayunos muy largos.

Progesterona

El momento para evitar el ayuno durante tu ciclo mensual es la semana previa a tu periodo (fase lútea). En este momento tu cuerpo se enfoca en producir progesterona. Dos características de la progesterona hacen que el ayuno sea una mala opción: su susceptibilidad tanto al cortisol como a la glucosa. La progesterona disminuye cuando el cortisol se eleva. Cualquier actividad que aumente el cortisol afectará negativamente los niveles de progesterona, es decir, ejercicios intensos, ayunar, estrés en el trabajo. Luego, la progesterona prefiere que mantengas la glucosa en el lado más alto. Cualquier dieta que mantenga baja la glucosa, como la dieta cetogénica, también afectará negativamente los niveles de progesterona, por lo que se recomienda consumir alimentos un poco más altos en carbohidratos durante esta fase (boniato, arroz integral, calabaza, etc.) proporcionandole el combustible necesario al cuerpo. Estas dos influencias en la progesterona hacen que los ayunos de cualquier duración no sean una buena opción en tu fase lutea.

La relación entre progesterona, cortisol e insulina es crucial, especialmente al adoptar un estilo de vida de ayuno.

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